lunes, 2 de agosto de 2010

Tholar - Cochabamba

TRES MESES Y 13 DIAS

Fecha: 23/07/10
Recorrido: Tholar - Cochabamba
Salida: 11 horas
Llegada: 19:30 horas
Km/Hs: 350 en 8 horas y media.
Percance:

Anécdota:
Reencuentro con los chicos: Nos comunicamos con los chicos y nos informaron de la ubicación del Hotel en el que estaban hospedados. Como ellos no habían ido con las motos hasta Cusco, nos vimos obligados a separarnos nuevamente para la vuelta. ¡Llegamos de noche y cansados, pero fue grato volver a encontrarnos!

Paseo por la plaza principal.





Fast-Food boliviano: En todo el país se encuentran estos lugares con comida rápida al mejor estilo boliviano: Hamburguesas, lomitos y pollo que viene acompañado con su arroz, papa y ensalada. Los aderezos típicos como mayonesa, mostaza y kétchup, y sus agregados como la mayonesa licuada con ajo y el aderezo picante. Por supuesto, como Ger y yo no comemos carne, siempre terminamos disfrutando el mismo plato: ¡Arroz, papa, ensalada y huevo a la plancha! El tranca pecho es otro clásico: Hamburguesa con arroz, papa, queso, ensalada y salsa de cebolla con aderezos. ¡Lo más loco es que todo va dentro de la hamburguesa!





Percance:
Black Barbarian se pinchó: Por la noche, decidimos ir a pasear con Claudio, Liz (su mujer) y Zamir (su hijo), para recorrer la ciudad y cenar juntos. Claudio es un motoquero que se acercó a los chicos atraído por las motos, y los ayudó muy amistosamente a buscar hospedaje económico. A partir de ahí, vino siempre a visitarnos y recomendarnos algunos mecánicos. Esa noche que estábamos listos para salir, a Seba se le pincha una rueda. No podíamos creer la mala suerte que teníamos. Tardamos un rato en sacar el medio clavo que increíblemente se había atascado en la rueda y luego le pusimos SELLA-INFLA.





El Rincón Argentino: Al día siguiente, afortunadamente nos recomendaron este hermoso lugar para ir a almorzar. Contaba con las comidas típicas argentinas, además de estar decorado con fotos características de nuestro país (por ejemplo Gardel, Maradona y Mafalda). ¡Y por supuesto el mate no podía faltar! Nos desesperamos al ver el pan que nos sirvieron, una tremenda flautita, ¡al mejor estilo argento! Comimos empanadas, dos platos de sorrentinos caseros de verdura con salsa de tomate y vacío al horno con papas. Disfrutamos mucho reencontrarnos con nuestra gente y nuestras costumbres. ¡Seba no paraba de sonreír! Nos quedamos conversando con Martín, el dueño, durante todo el almuerzo, mientras que Stella su mujer, preparaba nuestros platos.











Personas que conocimos: Además de Claudio y familia, conocimos a Jimmy, su hermana, sus sobrinas y su mamá. Casualmente, vivía frente al hotel en el que estábamos parando. Mientras los chicos trataban de arreglar las motos en la vereda, se acercó sigilosamente hacia ellos. Comenzaron a conversar y como se venía la noche, Jimmy le ofreció muy amablemente a Seba y Lea, continuar resolviendo el problema en su casa, ya que contaba con herramientas y luz. A partir de ese momento, no nos separamos más de él. Estuvimos tres días enteros compartiendo tardes juntos. Como Jimmy era fanático de las motos (y se dedicaba a restaurar las que encontraba), no dejó en ningún momento de colaborar para resolver nuestros problemas. No sabíamos cómo agradecerle todo lo que hizo por nosotros, ya que con invitarlo a comer nos quedábamos cortos.
Arreglos:
Black Mamba: A la moto de Ludmi le bajaron el nivel de las cubas y regularon la carburación.
Kanthaka: A la moto de Leandro le arreglaron el carburador y el nivel de nafta de las cubas.
Mika: A la moto de Germán le arreglaron la luz de la válvula, el farol, luz de giro, ajustaron el embrague y cambiaron la cadena.
Black Barbarian: A la moto de Seba le arreglaron la luz de la válvula.





Despedida de Jimmy: A la hora de emprender nuevamente el viaje, lo más costoso para los viajeros fue la despedida de Jimmy. A pesar de haber estado poco tiempo con él, el vínculo que habíamos formado era indescriptible. Sentíamos que lo conocíamos desde hace tiempo y nos costó mucho la partida. Nos acompañó hasta la ruta para indicarnos el camino y a la hora de saludarnos, los viajeros estaban muy emocionados. Se generó un silencio muy particular mientras Ludmi decía unas palabras de agradecimiento a nuestro amigo. Los abrazos eran emocionantes y a varios se le estuvo por caer algunas lágrimas. Lo saludamos como tres veces, y nos costaba partir. Le tomamos mucho cariño por ser un hombre de gran corazón y predisposición, que sin nada a cambio, nos ofreció su habilidad y capacidad para ayudarnos. Querido Jimmy, gracias por compartir tres maravillosos días que serán, para los viajeros, INOLVIDABLES. Un fuerte abrazo.

2 comentarios:

  1. Ojala hayan tenido una linda experiencia y tengan grandes recuerdos de mi país Bolivia. Super la anecdota de Jimmy, siempre hay gente con gran corazón!

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  2. MUY BUENA AVENTURA CHICOS!!!!! LOS FELICITO

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