


Jardín Botánico de altura: Pudimos apreciar los diferentes tipos de cactus, plantas típicas de la zona y piedras. Lo que más llamó nuestra atención, fue una roca que al golpearla sonaba igual que una campana. Hasta Seba se sorprendió al verla, y se quedó un buen rato pensando en el fenómeno que lo producía.

La Garganta del Diablo: Leandro, Ger y yo, subimos 8 km de montaña en moto para conocer la garganta del diablo. La cascada en sí, no era muy grande, pero el camino sinuoso de las motos, y luego la caminata por el borde de la montaña para acceder a la cascada, fue emocionante y en mi caso (Romina), ¡aterrador! Pero tomé aire y me sumergí en la aventura para superar el miedo a la altura. Gracias a Ger y Lea que me alentaron y acompañaron todo el camino.

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